Cuando un legionario de María acaba la travesía por este mundo y marcha a la casa del Padre, en esos momentos, los hermanos legionarios estarán con él y con su familia y ofrecerán Misas y oraciones por su alma.
La Legión de María, no solo quiere ocuparse de sus miembros en el momento de la muerte, sino que pide que cada mes de noviembre los praesidia celebren una Misa por todos los legionarios difuntos del mundo.
Que suerte y que tranquilidad para los legionarios de María saber que, llegado el momento, habrá una Misa y una oración para ellos y que las gracias de esos miles de Eucaristías y plegarias servirán para que la Santísima Virgen interceda por las necesidades de cada uno.
(Ver manual capitulo XVII)
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